Una tradición muy peculiar se lleva a cabo en San Pedro Huamelula, Oaxaca. Se trata de la boda del alcalde de la comunidad con la princesa Alicia Rubí, una lagarta viva que es preparada con su vestimenta para esta ocasión tan especial.
Se trata de una tradición que data del año de 1789 y, según la creencia, traerá suerte a los pescadores y campesinos de la comunidad, asentada en la zona costera chontal del Istmo de Tehuantepec.
Para esta ocasión, la reptil fue bautizada con el nombre de Alicia Rubí y, desde temprana hora, con música de banda, un grupo de personas pasea a la lagarta de casa en casa, donde es recibida con alegría.
Más tarde, la lagarta es vestida con un traje de novia para casarse con el alcalde. El ritual es encabezado por un líder indígena, quien le pregunta al alcalde si acepta como esposa a la “niña princesa”, como se le nombra a la lagarta.
También se hace una representación de la conquista de los pueblos indígenas, con la llegada de los conquistadores, llamados “negritos”, y se desata una batalla que culmina con una negociación al casarse el alcalde con la lagarta, que trae una comparsa de mareños del poblado de San Mateo del Mar.
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