La imposición de un arancel del 17% al tomate fresco mexicano por parte del gobierno de Donald Trump ha encendido las alarmas en el sector agrícola nacional. Productores y exportadores buscan nuevas estrategias para mitigar el impacto económico de esta medida, que amenaza con reducir ingresos, empleos y competitividad.
- El arancel comenzó a aplicarse a mediados de julio, tras la cancelación del Acuerdo de Suspensión vigente desde 1996
- Se estima una caída de entre 5% y 10% en las exportaciones, lo que podría significar hasta 200 mil empleos perdidos
- El precio del tomate en México ya ha bajado más de 10%, afectando a pequeños productores
- Empresas como Veggie Prime, en Querétaro, han negociado con sus clientes en EE.UU. para ajustar precios y compartir el costo del arancel
- Se plantea establecer un nuevo precio de referencia interno para evitar acusaciones de dumping
Algunos productores exploran cultivos alternativos, como el pimiento, para diversificar su oferta
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La nueva línea ferroviaria intermodal refrigerada entre México y Canadá facilita el transporte directo de productos perecederos
Se proponen misiones comerciales y hubs logísticos para fortalecer la presencia mexicana en ese país
Organismos como la AMPAC y la ANIERM advierten que el arancel revela una dependencia excesiva del mercado estadounidense, que absorbe el 90% de las exportaciones mexicanas de tomate
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció un censo nacional de productores.