Una pareja de la tercera edad fue asesinada brutalmente por un grupo de hombres armados que irrumpió en su propiedad ubicada en el municipio de China, Nuevo León, en lo que las autoridades investigan como un posible intento de despojo violento de tierras.
El crimen ha conmocionado a la comunidad local y reavivado el debate sobre la violencia rural y la impunidad en zonas alejadas de los centros urbanos.
- Los hechos ocurrieron la mañana del lunes 20 de octubre en un rancho ubicado en el kilómetro 115 de la carretera libre a Reynosa, a la altura de la Presa El Cuchillo. De acuerdo con los primeros reportes, un grupo de hombres armados ingresó al predio y agredió físicamente y con armas de fuego a los propietarios, una mujer de aproximadamente 70 años y un hombre de 58
La pareja, identificada preliminarmente como María y Edelmiro, habría intentado defenderse del ataque, pero fue sometida y ejecutada en el lugar. Los cuerpos presentaban múltiples impactos de bala y signos de violencia física, según confirmaron peritos forenses. El hallazgo fue realizado por un trabajador del rancho, quien dio aviso inmediato a las autoridades.
La Fiscalía General de Justicia de Nuevo León abrió una carpeta de investigación bajo el supuesto de que el ataque pudo haber sido motivado por un intento de despojo del inmueble.
Las autoridades no descartan la participación de grupos del crimen organizado que operan en la región y que han sido señalados por invadir terrenos rurales para actividades ilícitas.
El rancho, de uso agrícola y ganadero, se encuentra en una zona estratégica cercana a rutas de trasiego y ha sido objeto de disputas territoriales en el pasado, según fuentes locales.
Vecinos de la zona expresaron su consternación y miedo ante lo ocurrido.
La zona fue acordonada por elementos de la Guardia Nacional y la Agencia Estatal de Investigaciones, quienes realizaron un operativo de búsqueda sin que hasta el momento se reporten detenidos.
Este crimen se suma a una serie de hechos violentos en zonas rurales del noreste del país, donde la disputa por tierras, la presión del crimen organizado y la falta de presencia estatal han generado un clima de inseguridad persistente.
Organizaciones de derechos humanos y colectivos rurales han exigido a las autoridades una investigación exhaustiva y castigo a los responsables, así como mayor protección para adultos mayores y propietarios rurales que enfrentan amenazas por parte de grupos armados.
El caso ha sido retomado por medios nacionales y analistas, quien lo calificó como una "terrible tragedia" que refleja la vulnerabilidad de los sectores más indefensos ante la violencia estructural.