La calle subterránea de la ciudad de Guanajuato se convirtió en el escenario perfecto para la conmemoración del Día de Muertos.
Y como si fuera película de “El Santo”, las momias tuvieron que salir de su morada para crear un entorno de misterio.
Entre ellas se encontraba la bruja, la cual lució encadenada para que su espíritu maligno no pudiera escapar.
En los túneles oscuros se percibían actividades paranormales, por lo menos es lo que algunos comentaban.
Mientras tanto, los ataúdes, las coronas, las veladoras, las calaveras y el cempasúchil complementaron el entorno.
También fue el espacio para la cultura y las tradiciones con danza prehispánica, música regional, cine y colocación de altares y tapetes hechos de granos.
La gastronomía acompañada de una buena bebida dio el toque de diversión a la velada.