La Fiscalía de la Ciudad de México solicitó al periodista Carlos Jiménez, conocido como C4Jiménez, revelar el origen del video de un cateo en Iztapalapa, lo que ha desatado un fuerte debate sobre la protección de fuentes periodísticas y la libertad de prensa en México.
El 13 de noviembre, C4Jiménez difundió en sus plataformas y en su programa C4 en Alerta un video que mostraba a elementos de la Policía de Investigación ingresando a una vivienda en la colonia San Juan Xalpa, Iztapalapa, donde se detuvo a una mujer vinculada con actividades de narcomenudeo.
Tras la publicación, la Fiscalía General de Justicia de la CDMX (FGJCDMX) envió un oficio al periodista solicitando:
- Entregar el material íntegro.
- Informar cómo lo obtuvo.
- Revelar quién se lo proporcionó.
- Incluso dar el número telefónico de la fuente.
Carlos Jiménez rechazó la petición, calificándola de "ridícula" y un intento de intimidación. Señaló que la solicitud vulnera el secreto profesional y la protección de fuentes, pilares del ejercicio periodístico.
La exigencia de la Fiscalía ha generado preocupación entre organizaciones de prensa y defensores de derechos humanos, quienes advierten que podría sentar un precedente negativo para la libertad de expresión.
El caso se ha convertido en uno de los enfrentamientos más tensos del año entre un periodista y la autoridad capitalina.
La propia Fiscalía aclaró que la petición responde a un mandato judicial, aunque críticos sostienen que se trata de una presión indebida sobre el trabajo periodístico.
Este episodio abre un debate sobre:
- Los límites entre la investigación judicial y el derecho a la protección de fuentes periodísticas.
- El papel de los medios en la difusión de operativos policiales.
- La necesidad de garantizar que periodistas puedan informar sin represalias ni presiones institucionales.