- El 18 de octubre de 2025, las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México se llenaron de color y fantasía con el paso de más de 170 alebrijes monumentales.
En un desfile que partió al mediodía desde el Zócalo rumbo a la glorieta del Ángel de la Independencia, a lo largo del Paseo de la Reforma.
El evento, que celebra su décima séptima edición, atrajo a miles de espectadores que se apostaron a lo largo de las avenidas 5 de Mayo, Juárez y Reforma para admirar estas impresionantes criaturas hechas con estructuras de alambre y cartón, decoradas con vibrantes colores y, en algunos casos, con mecanismos que les daban movimiento.
El desfile estuvo acompañado por bandas de guerra con bastoneras, grupos de carnaval, comparsas, ballets folklóricos, concheros y mojigangas, generando un ambiente festivo durante todo el recorrido.
Alejandro Rosas, de 11 años, asistió por primera vez al desfile en compañía de su hermano Óscar, de 5 años, y su madre Martha Elizabeth. Viajaron desde Chimalhuacán y llegaron alrededor de las 11:00 a la calle 5 de Mayo. Lo que más impresionó a Alejandro fueron los colores intensos de los alebrijes.
Las piezas monumentales fueron elaboradas durante meses por familias, talleres de casas de cultura, estudiantes y egresados de preparatorias, e incluso por personas que trabajaron solas, como Ricardo Susmaya Delgadillo.
Él creó un "lobo araña volador" y, en su afán por terminarlo a tiempo, renunció a su empleo en la restauración de la Cámara de Diputados, ya que no podía compaginar ambas actividades.
Ricardo comenzó su alebrije tres meses antes del desfile, pero tuvo que detenerse casi dos meses debido a las exigencias de su trabajo. Finalmente, decidió enfocarse por completo en la pieza y formó parte de la vanguardia del desfile junto con la banda de marcha del bachillerato Francisco I. Madero de Amozoc, Puebla.
José Armando Trujeque Torres, coordinador de esta banda, mencionó que después de 14 años participando, este 2025 tuvieron el honor de encabezar el desfile con alrededor de 100 músicos y 12 animadoras. Incluso comentó que ahora participan hijos de quienes estuvieron en las primeras ediciones.
Desde obras individuales como la de Susmaya hasta composiciones complejas de varias partes, como el "Teatribrije" de los talleres de cartonería y títeres de la Fábrica de Artes y Oficios de Azcapotzalco, el desfile fue una muestra de creatividad y dedicación. Los asistentes respondieron con aplausos, fotografías y expresiones de asombro.
El recorrido duró más de dos horas, aunque incluso hubo quienes se incorporaron tarde, como un alebrije que desfiló 13 minutos después de que el resto ya había concluido y el público comenzaba a retirarse.