Muere Enrique Florescano, ´el gran historiador de México de todos los tiempos´

Enrique Florescano dedicó su vida a descifrar la mitología mexicana, así como a la dirección del INAH y el Departamento de Estudios Históricos de México. Murió a los 85 años

El historiador y extitular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Enrique Florescano, murió la tarde de este lunes 6 de marzo a los 85 años, según confirmaron autoridades mexicanas.

    Aún se desconocen las causas del deceso del pensador, quien Diego Prieto, actual titular del INAH, fue quien compartió la noticia de su muerte a través de sus redes sociales: "Con mucha tristeza me entero de la muerte de Enrique FlorescanoSe va el gran historiador del México de todos los tiempos, un buen amigo y un gran director del INAH y de la DEH (Dirección de Estudios Históricos). Con un abrazo cariñoso a Alejandra y a toda su familia", escribió.

Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, también escribió un mensaje en torno al fallecimiento de Florescano: "Lamento el sensible fallecimiento del Dr. Enrique Florescanogran historiador y pensador mexicano. Mis condolencias a Alejandra Moreno y a su familia, a sus amigos y compañeros. Descanse en paz".


¿Quién fue Enrique Florescano?

Nacido en Veracruz el 7 de julio de 1937, Enrique Florescano fue un historiador que se formó en la Universidad Veracruzana para hacer su maestría en el Colegio de México años más tarde y obtener el doctorado en la Escuela Práctica de Altos Estudios de la Universidad de París.

De 1977 a 1982 estuvo a cargo de la Dirección de Estudios Históricos (DEH), y en 1988 asumió la dirección del INAH.

A lo largo de su carrera, Enrique Florescano trabajó y fue amigo de grandes personajes de la literatura mexicana como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Héctor Aguilar Camín, José Joaquín Blanco, Antonio Saborit, Solange Alberro.

A lo largo de sus publicaciones, el historiador aseveraba que los estudios históricos son una forma de unir el pasado con el presente, por lo que el trabajo de las personas que se dedican a la historia consiste en construir puentes entre ambos tiempos, esto con la finalidad de que los lectores conozcan otras realidades, ya que esto favorece al fortalecimiento de los valores ciudadanos.