Ahora la inversión pública se orienta más al Sur-Sureste, porque desde sexenios anteriores, en la época neoliberal, no se atendió la pobreza y marginación de esta zona, indicó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en su acostumbrada mañanera.
El mandatario reconoció que hubo un desequilibrio entre el norte y el sur, ya que este último decreció.
Apuntó que con el Tren Maya, que significa unos 300 mil millones de pesos, y la refinería de Dos Bocas, unos 230 mil millones de pesos, nada más con estos dos proyectos, nunca en la historia del sureste se había invertido una cantidad de esta magnitud.
“Se busca además que la gente se quede en sus comunidades de origen, porque entre los dos proyectos suman unos 130 mil empleos, y terminando estas obras se buscarán nuevas fuentes laborales para ellos”.
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