Mauricio Zavalsa ha sido de los pocos hombres que pudieron marchar con la venia de los colectivos femeninos que protagonizaron la marcha de este Día Internacional de la Mujer.
En compañía de su cuñada y su sobrina, se envolvió en una pancarta con la imagen de su hija Fernanda, quien ha sido asesinada el 20 de junio de 2020, crimen del que hasta entonces no hay pistas de los causantes.
En entrevista, contó que una vez que arribó al monumento a la Revolución, listo para marchar, hubo quienes le pedían que se retirara, pero que a continuación el colectivo de féminas que conoce su historia la compartió con las otras para que lo secundaran y le permitieran reclamar justicia por su hija.
Aseguró que ningún muro lo va a detener en su exigencia para esclarecer el asesinato de su hija.
Reconoció que anteriormente no entendía por qué las damas que marchaban estaban tan furiosas hasta ahora que ha vivido en carne propia la impunidad.
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