México ante el reto para erradicar la Hepatitis C

La (OMS) ha fijado el 2030 como el año para la erradicación de la Hepatitis C en el mundo.

Gracias a la aparición de medicamentos que garantizan un 95% de efectividad en la cura de la enfermedad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha fijado el 2030 como el año para la erradicación de la Hepatitis C en el mundo.

Y para lograrlo, la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa) ha asumido el desafío como parte de su razón de ser y ha reforzado las acciones para invitar a que todos los mexicanos se hagan una prueba y sepan no sólo si están infectados con el virus, sino que sigan el tratamiento para su curación.

En 20 años de labor, se ha logrado que la vacuna contra la Hepatitis B se encuentre ya incluida en la cartilla de vacunación y que el tratamiento para la cura de la Hepatitis C ya esté disponible para pacientes adscritos al IMSS, ISSSTE y Seguro Popular.

 

 Avance científico

El doctor David Kershenobich, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición “Salvador Zubirán”, recuerda que el impacto de esta enfermedad debe medirse no solamente en cuestión de pérdida de vidas, sino también en pérdida de salud.

“El virus de la Hepatitis C (VHC) está implicado en el 28% de los casos de cirrosis y en el 28% de casos de cáncer hepático. La buena noticia es que actualmente tenemos nuevos tratamientos que ofrecen una curación en el 95% de los pacientes en un lapso entre 8 y 12 semanas”, explica el experto.

Agrega que estos tratamientos que han demostrado ser efectivos para curar todos los tipos de VHC empezaron a llegar al país en 2015, año en el cual comenzó la llamada Etapa de Incertidumbre, cuya duración fue de tres años. Los resultados obtenidos han permitido que en la actualidad esos medicamentos se encuentren incluidos en el cuadro básico de salud en México y ya se logró que las autoridades autoricen los tratamientos cuyo costo aproximado es de 200 mil pesos mensuales.

Y es que existen seis diferentes genotipos de VHC, los que se identifican con números del 1 al 6. “En México los más comunes son el 1, 2 y 3, los demás son muy escasos”, complementa la doctora Ruby Chirino, experta de la Asociación Mexicana de Hepatología.

Sin embargo, el reto ahora es detectar el VHC en grupos de riesgo, en el que se incluyen todos aquellos que antes de 1994 fueron receptores de sangre donada, hijos de madre con el virus, personas dedicadas a la prostitución, homosexuales, personas con tatuajes y con trasplantes, vagabundos, drogadictos y pacientes de hemodiálisis. A todos ellos, Fundhepa les hace un llamado para que se sometan a una prueba de detección rápida, sencilla, sin dolor y sin molestias.


Incidencia

Se calcula que en México existen alrededor de 600 mil personas infectadas con el VHC, pero solamente se diagnostican alrededor de 2,500 nuevos casos cada año. Del 2000 al 2015 se detectaron 30 mil casos.

“De esos casos, 800 pacientes murieron en ese lapso de tiempo, lo que representa una tasa muy alta de mortalidad y ubican al VHC como una de las 10 principales causas de muerte prematura en México y afecta porque los pacientes fallecen en edad productiva” explica al maestro Amílcar Azamar, especialista en Economía de la Salud, quien agrega que los portadores del virus podrán desarrollar cirrosis en un lapso de 20 años si no se les hace un diagnóstico oportuno y se les brinda el tratamiento adecuado.

Testimonios

Enrique Wolpert, médico y presidente del Comité Científico de Fundhepa, explica que las metas para el 2030 incluyen disminuir en 90% los nuevos casos de Hepatitis B y C y en un 65% la mortalidad ocasionada por todas las enfermedad hepáticas.

Miriam Castellot, una de las pacientes que del Dr. Wolpert, logró curarse de la Hepatitis C gracias a los nuevos tratamientos, aunque su batalla contra la enfermedad comenzó hace 13 años. Actualmente, preside en Mexicali el Grupo Unidos por una Vida Mejor.

“Recibí tratamientos con Interferón, pero los efectos secundarios eran terribles: problemas de tiroides, hipertensión, resequedad en la piel… Sin embargo, no puedo hablar mal del medicamento porque era lo que había y con él se logró la curación de mi hijo hace siete años, pues yo lo contagié en el momento del parto”, relata Miriam.

Para ella, el 16 de febrero es una fecha inolvidable, pues fue un día como ese cuando tomó la última de 168 pastillas para curarse del VHC. Recuerda que antes se tenía que internar al menos cinco veces por año por alguna afección relacionada con la enfermedad, pero desde hace un año no ha requerido hospitalización alguna.

Señala que Baja California y Chihuahua se encuentran entre los estados con mayor incidencia de esta enfermedad y por eso, el próximo 28 de febrero presentará en el Congreso de su estado un foro para pedir a los diputados una partida presupuestal para organizaciones civiles que trabajan en este campo.

“Yo no doy lo que me sobra de tiempo. Yo doy mi tiempo a esta causa”, remarca Miriam, quien continúa adelante creando conciencia sobre una enfermedad silenciosa que poco a poco mata al hígado si no se recibe el tratamiento a tiempo. Un diagnóstico oportuno, puede salvar muchas vidas.


 Más información:

https://www.fundhepa.org.mx/