En 2021, 200 Defensores de la Tierra y el Medio Ambiente fueron asesinados en el mundo; México encabeza la lista con 54 ejecuciones, seguido muy de lejos por Colombia con 33; Brasil 26, Filipinas 19, Nicaragua 15, India 14, República del Congo ocho y Honduras ocho, según el reporte de Global Witness.
De esta forma, México registra por tercer año consecutivo un aumento en los ataques letales, principalmente por conflictos por la tierra y la minería.
Alrededor de dos tercios de las ejecuciones se concentraron en Oaxaca y Sonora, estados con importantes inversiones mineras.
Las desapariciones forzadas de activistas son comunes en México, Global Witness registró 19 en 2021 y "son realizadas por funcionarios estatales corruptos y grupos delictivos organizados, que tienen un efecto escalofriante en las familias y comunidades".
Luego de múltiples desapariciones y asesinatos en la comunidad yaqui el año pasado, los funcionarios declararon que creían que los cárteles de la droga eran los responsables.
Algunos en la comunidad, sin embargo, dijeron que también sospechaban que el gobierno y las corporaciones interesadas en la tierra y los recursos yaquis estaban involucrados", señala el reporte.
Global Witness pone como ejemplo, que el Cártel Jalisco Nueva Generación estableció un interés particular en la minería ilegal en la Reserva de la Biosfera de la Sierra de Manatlán, ubicada al sur de Jalisco y el noroeste de Colima.