La página https://www.vice.com/es_mx difundió una investigación sobre Michelle una mujer que platica sobre cuando fue presa porque su novio era … un sicario.
MICHELLE
Estoy presa porque mi novio era sicario. Cuando lo conocí yo trabajaba de oficinista en una refinería de Pemex que está en Cadereyta, Nuevo León. El Gordo, como le digo a mi novio, se hizo Zeta a los 19 años, ahora tiene 24. Nació en Houston. Sus tíos son del sur de Tamaulipas. En una visita que les hizo, uno de sus primos le presentó a unos Zetas. Le gustó el dinero fácil; le pintaron la idea de que era un mundo muy padre donde ganas mucho sin hacer nada. Su trabajo era cuidar y limpiar la plaza de contras; además movía droga y vendía carros. En algún momento pensó en salirse de los Zetas, pero el miedo no lo dejaba.
Mi vida a su lado era una fiesta de todos los días. Comida, bebida y drogas para todos. Él y sus amigos de la operativa [grupo de sicarios] cerraban un lugar y pagaban cuentas, en una noche tranquila, de unos 30 mil pesos. No me sentía poderosa por tener un novio sicario, aunque no voy a negarlo, llamaba mi atención que recibiéramos un trato especial en los antros y en los estadios para ver juegos. Tener un novio sicario es como tener una tarjeta VIP. Las atenciones que te dan son fuera de lo mortal, como decimos. Hubo momentos en los que teníamos mucho dinero, pero otros en que no podía entrar dinero ni armas a la zona de guerra ?como le decíamos a Ciudad Victoria? porque todas las entradas estaban bloqueadas por el gobierno.
El reportaje completo:
Testimonios de mujeres zetas: "Tener un novio sicario era como tener una tarjeta VIP", Michelle