De ser un bebé lleno de vida, sonriente y travieso, Jesús Abraham lucha por recuperarse de rickettsia, enfermedad que lo tuvo hace unos días al borde de la muerte.
Hace más de una semana el cuerpo del bebé de 11 meses de nacido presentó ronchas así como calentura, lo que alarmó a su madre y lo llevó al médico, en el Municipio de Guaymas, Sonora y al tener un diagnóstico fue trasladado a Hermosillo.
El intestino y sus riñones comenzaron a fallar, por lo que le habían dado 12 horas de vida, tres días después de ese diagnóstico la salud del pequeño comenzó a mejorar.
DIJERON QUE NO SOBREVIVIRÍA
Luis Ruiz Sánchez, papá de Jesús, contó que fue algo muy difícil cuando le dijeron que su bebé no iba a sobrevivir a la rickettsia, que esperara lo peor, pero Jesús desafió el pronóstico y ya abrió sus ojos.
"Gracias a Dios ya se mira mejor, pero hace tres días no nos daban esperanza, no nos daban información, nomás no dijeron que no iba a amanecer, pero ya nos dijeron que el niño estaba mejor, empezó a comer, a hacer del baño pero le siguen checando los órganos", comentó.
REVISAN CASA
Debido a la enfermedad de su hijo, personal de salud acudió a la casa donde vive el bebé con su mamá, manifestó Luis Ruiz, donde encontraron todo limpio, sin rastros de garrapatas.
"Fueron a revisar la casa y no había nada, todo estaba limpio porque para empezar todo está encementado, pero sí hay casas de otros vecinos que tienen perros y pues en las calles donde no hay pavimento hay garrapatas", resaltó.
NECESITAN DONADORES
El avance que tenía Jesús en su vida diaria tuvo un freno porque estaba comenzando a caminar, a hablar y ahora está en una cama sin moverse ni poder decir mamá o papá; actualmente lleva 16 transfusiones de plaquetas.
Jesús sigue en pie de lucha, pero también necesita de donadores de plaquetas y sangre para poder recuperarse.