Piden más congeladores para cadáveres en Oaxaca

Sólo en 2019 se tienen registrados 82 cuerpos sin identificar; de ese total, 42 cadáveres se han inhumado en cementerios de la entidad oaxaqueña

Con la finalidad de evitar una crisis en el resguardo de cadáveres que no han sido identificados ni reclamados, como ha ocurrido en otras entidades del país como Jalisco, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) solicitó al Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública (SESESP) la adquisición de ocho congeladoras forenses y la construcción de un cuarto frío para el cuidado de al menos 100 cuerpos de víctimas de la violencia.

El director del Instituto de Servicios Periciales de la FGEO, Jorge Alejandro Gómez Guerrero, considera “algo preocupante” los casos de violencia registrados en los últimos meses en la entidad, que han provocado la muerte de hombres y mujeres a quienes todavía no han reclamado sus familiares.

“Ante esa situación, estamos haciendo todas las acciones para que ese fenómeno no nos rebase”, señala. 

De acuerdo con datos del titular del Instituto de Servicios Periciales, las ocho congeladoras servirían para el resguardo de entre cuatro y cinco cuerpos, y se enviarían a cada una de las regiones del estado, mientras que el cuarto frío se construirá en la capital y tendría una capacidad para 60 cadáveres. La inversión que se requiere para ello es de 3 millones de pesos, calcula Gómez Guerrero. 

Sin lugar para los muertos

Actualmente, en el Servicio Médico Forense del Instituto de Servicios Periciales, ubicado en la ciudad de Oaxaca, hay 40 cuerpos que no han sido identificados ni reclamados, por lo que se considera que para inicios de año (2020) se solicite la colaboración de las autoridades municipales de San Bartolo Coyotepec, en Valles Centrales, para poner en marcha el procedimiento de inhumación individualizada de algunos de esos cadáveres.

Sólo en 2019 en la entidad han sido inhumados 42 cuerpos, cuya información como fotografías, perfiles genéticos, análisis de dentaduras, tatuajes e incluso ADN está resguardada en carpetas de investigación de la fiscalía del estado que han sido compartidas con la base de datos de personas no reclamadas a nivel nacional.