Las producciones cinematográficas mexicanas están migrando cada vez más hacia otros países de América Latina, atraídas por incentivos más atractivos que los que actualmente ofrece México. Esto se debe a que, hasta ahora, no se han implementado políticas fiscales ni apoyos suficientemente competitivos para retener a las casas productoras nacionales e internacionales.
Mauricio Durán Ortega, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), advirtió que esta situación ha debilitado la posición de México frente a otras naciones que han desarrollado mejores condiciones para la industria.
Durán enfatizó la necesidad urgente de que el gobierno mexicano diseñe medidas efectivas que impulsen tanto a la producción nacional como a la internacional, con el fin de recuperar la competitividad del país en este sector.
En México, los pocos estímulos existentes están enfocados principalmente en deducciones por activos físicos, lo cual no resulta suficiente para atraer producciones de gran escala ni para financiar de manera directa estos proyectos.
Sergio Silva Castañeda, titular de la Unidad de Fomento y Crecimiento Económico de la Secretaría de Economía, reconoció que la industria audiovisual nacional está demandando un crédito fiscal transferible, aunque admitió que este tipo de propuestas representan un reto para el gobierno. Agregó que se están evaluando nuevas alternativas para generar incentivos más efectivos.
- Actualmente, más de cien países cuentan con programas de apoyo a la producción audiovisual, lo que pone a México en una situación de desventaja para atraer inversiones y proyectos internacionales.
Finalmente, Durán Ortega adelantó que hacia finales de este año se presentará un estudio sobre el impacto económico que está teniendo esta fuga de producciones, con la intención de proponer nuevas políticas que reactiven la industria y generen empleos, así como beneficios económicos para el país.