Suspensión de producción en planta de Honda en Celaya

La planta de Honda en Celaya detiene la fabricación del modelo SUV HR-V debido a la falta de chips semiconductores.

Desde el 28 de octubre de 2025, la planta de Honda ubicada en Celaya, Guanajuato, suspendió la producción del modelo SUV HR-V, uno de los más vendidos de la marca en Norteamérica. La causa: una interrupción total en el suministro de chips semiconductores fabricados por Nexperia BV, proveedor clave para la industria automotriz.

La planta mexicana, con una capacidad anual de 200,000 unidades, es un centro estratégico para la exportación a Estados Unidos y Canadá. La suspensión no tiene fecha definida de reactivación, lo que genera incertidumbre en la cadena de suministro y en los trabajadores de la región.

El conflicto se remonta a una serie de sanciones y restricciones de exportación impuestas a Nexperia BV, empresa de capital chino con sede en Países Bajos. El gobierno neerlandés intervino en septiembre para tomar control de la firma, buscando proteger su tecnología estratégica. Esta acción provocó una disputa diplomática que afectó de inmediato el flujo internacional de componentes.

Además de México, plantas de Honda en Estados Unidos y Canadá también han comenzado a reducir sus volúmenes de producción. En Canadá, por ejemplo, se reportó una disminución del 50% en la fabricación de modelos Civic y CR-V.

El embajador de Japón en México, Kozo Honsei, confirmó la suspensión durante el Congreso de Comercio Exterior Mexicano. Por su parte, Rogelio Garza, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), señaló que el desabasto de chips es una amenaza seria para la estabilidad del sector.

La paralización de la planta de Celaya podría tener consecuencias significativas:

Pérdida temporal de empleos y reducción de turnos laborales.

Afectación a proveedores locales que dependen de la operación continua de Honda.

Retrasos en entregas para concesionarios en México y EE.UU.

Honda no ha confirmado una fecha para reanudar operaciones, pero se espera que la empresa busque alternativas de suministro o ajustes en su cadena logística para mitigar el impacto. Mientras tanto, el caso pone en evidencia la vulnerabilidad de la industria automotriz ante conflictos geopolíticos y la dependencia crítica de los semiconductores.