El cigarrillo es uno de los formatos más populares para el consumo de tabaco. Un cigarrillo es una planta seca normalmente de tabaco picado envuelto por una hoja delgada de papel en forma de cilindro. Comúnmente presenta integrado un filtro para reducir los daños a la salud.
En el mercado, hay múltiples compañías que se dedican a la distribución tabacalera; un ejemplo es Philip Morris, dueña de marcas como Marlboro y Chesterfield. Sin embargo, parece ser que la compañía líder en la industria, tiene un plan entre manos que podría ser parteaguas para el consumo de tabaco.
Si eres uno de los más grandes consumidores de cigarro, es importante que sepas que Philip Morris dejará de producir cigarros en el mundo para vender únicamente productos libres de humo, entre ellos el llamado IQOS, un dispositivo con forma de bolígrafo que calienta el tabaco a 250 grados centígrados, a diferencia de los 800 de un cigarrillo convencional.
En el ámbito científico está comprobado que fumar es una de las principales causas de muerte en el mundo, por lo que, irónicamente, Philip Morris quiere matar a sus cigarrillos tradicionales para dedicarse a comercializar productos sin humo.
A través de una entrevista, Gonzalo Salafranca, Director de Asuntos Corporativos de PMI, comentó que hay un consenso de que el humo de cigarro, fruto de esa combustión de quemar el tabaco, es la principal causa de las enfermedades asociadas con fumar… más allá de cualquier otro elemento que contenga un cigarrillo.
Para llevar a cabo este plan a largo plazo, la compañía tabacalera se encuentra trabajando con más de 350 científicos en Suiza con una inversión de 5 mil millones de dólares en 10 años para la elaboración de nuevos productos. De igual modo, se han estado realizando grandes esfuerzos en la investigación de plantas dedicadas a la fabricación de cigarros tradicionales.
No obstante, se trataría de un cambio gradual; es decir, no dejarás de ver cigarros Marlboro de un momento a otro en tu tienda más cercana, sino que la compañía contempla que para el año 2025, el 30 por ciento del volumen total del producto provenga de dispositivos electrónicos.