El gobierno de China ocultó o destruyó de manera premeditada evidencias sobre el primer brote de coronavirus en el país, de acuerdo con una investigación realizada por The Five Eyes, una alianza de agencias de varios países.
El reporte de la investigación señala que la administración de la asiática censuró a los médicos que buscaran dar a conocer a la ciudadanía que la pandemia pudiera afectar a los seres humanos y además bloqueó el acceso a los científicos a las muestras del virus o a los pacientes, pese a que prometieron trabajar en una vacuna.
The Five Eyes cree que ya había evidencias sobre la aparición del COVID-19 desde inicios de diciembre, pero que China evitó que cualquier noticia sobre esto se diera a conocer tanto a medios locales, como a los internacionales. No fue sino hasta el 20 de enero que se notificó a la comunidad sobre este mal.
Hasta el momento, en el mundo hay al menos tres millones 446 mil 291 personas portadoras del virus, que ha causado miles de muertes en muchos países del planeta.
The Five Eyes está compuesta por la inteligencia de Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Aunque no se ha informado la forma en la que se llegó a la conclusión de que las autoridades chinas negaron la aparición de la crisis sanitaria, este grupo sí ha establecido que se trata de una labor coordinada entre todas las naciones involucradas.
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