El aeropuerto de La Habana, Cuba, reanudó sus operaciones el domingo 15 de noviembre para los vuelos regulares, con un protocolo de control sanitario contra el Covid-19, donde aplicará la prueba PCR a los viajeros para detectar el coronavirus.
Esta prueba será obligatoria y tendrá un costo de 30 dólares (605 pesos) que se cobrará con el pasaje a través de las aerolíneas.
El proceso incluye, entre otras medidas, efectuar una prueba PCR para detectar el coronavirus obligatoria como en las distintas terminales internacionales a todos los pasajeros que arriben al territorio cubano al desembarcar del avión y la cual se cobrará al visitante.
El pasajero deberá proporcionar a las autoridades información de contacto para ubicarle en caso de que la prueba de Covid-19 haya dado positiva pasadas 48 horas de haberse tomado la muestra, tiempo durante el cual debe guardar cuarentena en su residencia, bien hotel o casa particular.
Para ello, la Aduana Cubana ha aplicado restricciones de equipaje con el objetivo de agilizar las operaciones en las terminales aéreas y poder efectuar las pruebas PCR en el menor tiempo posible.
En marzo se tuvieron que suspender los vuelos, cuando se detectaron los primeros casos de Covid-19 en Cuba y se determinó el cierre de aeropuertos, como parte de la estrategia de contención al coronavirus, junto con las limitaciones al transporte, la suspensión de clases y la prohibición de arribo de turistas, que supusieron un duro golpe a la economía cubana.
Ahora han comenzado a abrir otros aeropuertos en la isla -nueve de ellos con capacidad de procesar vuelos internacionales– de manera paulatina, pero ninguno es tan importante en el volumen de sus operaciones como el José Martí, de La Habana.