La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con la estrategia de Estados Unidos de atacar embarcaciones en el Mar Caribe y el Pacífico que supuestamente transportan drogas o armas.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum señaló que México no aprueba estas acciones, recordando que existen leyes internacionales que regulan cómo debe procederse frente a un presunto tráfico ilegal en aguas internacionales.
"Obviamente nosotros no estamos de acuerdo, hay leyes internacionales de cómo tiene que operarse frente a un presunto transporte de droga de manera ilegal, o armas, en aguas internacionales, y así lo hemos manifestado", indicó la mandataria.
Al referirse al intercambio de declaraciones entre los presidentes Donald Trump y Gustavo Petro, Sheinbaum comentó que cada líder tiene su estilo para enfrentar debates internacionales. En el caso de México, destacó que su gobierno prioriza la defensa de la soberanía y mantiene un diálogo abierto y franco para alcanzar acuerdos.
Estas declaraciones se dan en un contexto donde México busca mantener relaciones bilaterales con respeto a los principios internacionales, evitando confrontaciones directas y promoviendo la cooperación en materia de seguridad y justicia.
La postura mexicana se centra en proteger sus aguas, sus ciudadanos y la legalidad internacional, sin recurrir a acciones unilaterales que puedan afectar la soberanía de otros países o generar incidentes diplomáticos.
El tema de los ataques de Estados Unidos a embarcaciones sospechosas de tráfico de drogas se ha vuelto recurrente en la región, pues involucra la coordinación de autoridades internacionales, la prevención del narcotráfico y la protección de la navegación en aguas internacionales.
Para México, el respeto a la ley y la búsqueda de acuerdos mediante el diálogo son fundamentales para mantener la estabilidad y la cooperación en la región.
Con esta postura, la presidenta Sheinbaum reafirma que México defenderá sus principios de soberanía, al tiempo que promueve la cooperación regional y la resolución pacífica de conflictos, sin recurrir a medidas que puedan violar normas internacionales.