SEIS MUERTOS Y DECENAS DE HERIDOS
- El viernes 13 de noviembre de 2025, Kiev, la capital de Ucrania, sufrió uno de los ataques más intensos desde que Rusia lanzó su ofensiva a gran escala en 2022.
El gobierno ucraniano reportó que durante el bombardeo murieron al menos seis civiles y resultaron heridos unos 30 más, con daños significativos en viviendas, un hospital, tiendas y oficinas en varios distritos de la capital.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó el ataque de "abominable" y "calculado con el objetivo de causar el mayor daño posible" tanto a la población civil como a las infraestructuras estratégicas.
Las ofensivas incluyeron el lanzamiento de alrededor de 430 drones —alrededor de 300 del tipo kamikaze Shahed— y 19 misiles, entre ellos misiles hipersónicos Kinzhal y balísticos Iskander, algunos derribados por las defensas aéreas ucranianas.
- El ataque alcanzó incluso la embajada de Azerbaiyán, cuyo edificio sufrió daños por un misil Iskander, lo que llevó a Bakú a convocar al embajador de Moscú para protestar.
Las defensas aéreas de Ucrania, con apoyo de sistemas antimisiles estadounidenses Patriot proveídos por Alemania, lograron interceptar la mayoría de los drones y misiles. A pesar de esto, las fuerzas rusas continúan utilizando misiles balísticos, difíciles de detener por su velocidad y trayectoria.
- Horas después del bombardeo a Kiev, un dron ruso impactó en un mercado en el sur de Ucrania, causando la muerte de dos personas.
Además, las autoridades ucranianas informaron que Moscú había desplegado un ataque con drones y misiles hipersónicos contra objetivos militares y energéticos, y que las fuerzas de Ucrania respondían intensificando ataques contra infraestructuras rusas, incluso con misiles Neptuno de largo alcance.
La guerra sigue extendiéndose en el este de Ucrania, donde las tropas rusas avanzan en regiones disputadas como Donetsk, Lugansk y la ciudad oriental de Pokrovsk.
El ministro de Defensa ruso reportó que sus fuerzas derribaron más de 200 drones ucranianos durante la noche, aunque una refinería estratégica en el mar Negro fue alcanzada por un incendio durante un ataque reciente junto a una embarcación civil que dejó tres heridos.
Los bombardeos rusos a Kiev y otras regiones reflejan la intensificación del conflicto, generando condenas internacionales y fuertes llamados a un alto el fuego inmediato por parte de la comunidad global y los miembros del G7.
Estos hechos evidencian el brutal impacto de la guerra en la población civil y la infraestructura ucraniana, y aumentan la presión para una solución negociada.