En un nuevo episodio de tensión internacional, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvedev, advirtió este jueves que su país posee armamento capaz de superar cualquier tipo de refugio antibombas, en respuesta directa a declaraciones recientes del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre posibles ataques al Kremlin si Moscú no detiene la guerra.
La amenaza fue publicada por Medvedev en su cuenta oficial de X (antes Twitter), donde calificó a Zelenski como "el drogadicto de Kiev" y aseguró que "los estadounidenses también deberían tener esto en cuenta".
La advertencia rusa surge luego de que Zelenski afirmara en entrevista con el portal Axios que los funcionarios del Kremlin "deberían saber dónde están los refugios antibombas", en referencia a un posible uso de armas estadounidenses de largo alcance por parte de Ucrania.
Aunque el mandatario ucraniano aclaró que su país no atacaría civiles, sí dejó abierta la posibilidad de utilizar armamento avanzado para disuadir al gobierno ruso, en caso de que continúe la invasión iniciada en 2022.
Medvedev no especificó el tipo de armamento, pero expertos internacionales interpretan la amenaza como una referencia a:
- Misiles hipersónicos como el Kinzhal o el Zircon, capaces de evadir sistemas de defensa convencionales.
- Bombas penetrantes diseñadas para destruir búnkeres subterráneos.
- Posibles desarrollos en armas nucleares tácticas, aunque no confirmados oficialmente.
La declaración también podría ser una estrategia de disuasión frente al creciente apoyo militar de Occidente a Ucrania, especialmente tras el despliegue de submarinos nucleares estadounidenses en zonas cercanas a Rusia.
La comunidad internacional ha expresado preocupación por el tono de la amenaza. Analistas advierten que este tipo de declaraciones elevan el riesgo de una escalada bélica, especialmente si Ucrania recibe autorización para atacar territorio ruso con armas de largo alcance.
Mientras tanto, Washington y varias capitales europeas mantienen una postura ambigua: apoyan la defensa ucraniana, pero temen que ataques dentro de Rusia puedan provocar una respuesta desproporcionada por parte de Moscú.