Crean el hombre “cyborg” como herramienta educativa para sobrevivir a un accidente automovilístico

Su creadora, Piccinini, dijo que su diseño permitió que las personas se conectaran y empatizaran con él

Una curiosa campaña de seguridad vial ha captado la atención de los australianos por utilizar a un “superhumano mutante” como herramienta publicitaria.

Graham se llama la criatura creada por la Comisión de Accidentes de Transporte de Australia, la cual está anatómicamente diseñada para mostrarle a las personas lo que necesitan para sobrevivir a un accidente automovilístico de alto impacto.

El hombre “cyborg” como lo llama la TAC (por sus siglas en inglés), tiene “zonas de deformación” incorporadas en su cráneo, un tórax en forma de barril con tejido adiposo que lo rodea y bolsas de aire individuales entre las costillas.

Además de una cabeza grande con zonas de deformación, tampoco tiene cuello, su nariz está hundida, y sus extremidades se doblan en todas direcciones.

En fin, todas las partes del cuerpo que un ser humano necesitaría para sobrevivir a una colisión de alto impacto sin tecnología de seguridad en los vehículos. Aunque puede que no sea mucho para mirar, Graham podría ser el hombre más seguro de la Tierra.

Cada año mueren unas 165.000 personas en accidentes automovilísticos y, si bien los vehículos son cada vez más seguros, si desarrollamos ciertas características nuevas, podríamos eliminar por completo los cinturones de seguridad y los límites de velocidad.

A medida que los automóviles y otros vehículos se vuelven cada vez más rápidos, el cuerpo humano no ha evolucionado para sobrevivir a los devastadores choques a alta velocidad.

El modelo de aspecto extraño está hecho de fibra de vidrio, silicona y cabello humano, y fue creado por la artista con sede en Melbourne Patricia Piccinini.

Fue diseñado en colaboración con el cirujano de trauma del Hospital de Melbourne, Christian Kenfield, y se exhibió por primera vez en la Biblioteca Estatal de Victoria en 2016.

Su cráneo fue diseñado para absorber los impactos como un casco protector, con zonas de deformación incorporadas para sobrevivir a cualquier fuerza de impacto del parabrisas de un automóvil.

Estas zonas de deformación también ayudan a reducir la velocidad de su cabeza a medida que avanza en el impacto y evita que la fuerza del choque dañe su cerebro.

El cráneo también es mucho más grande que el de un humano, con más líquido cefalorraquídeo y ligamentos para sostener el cerebro cuando se ve involucrado en una colisión.

El tejido graso alrededor de las áreas sobresalientes, como los pómulos, ayuda a absorber aún más el impacto, mientras que la nariz y las orejas están hundidas en la cara.

A Graham también se le dieron costillas más fuertes y un pecho grande en forma de barril para ayudar a soportar choques de alta velocidad, con sacos, similares a mini bolsas de aire, colocados entre cada una de sus costillas.

Estos absorben la fuerza del choque y reducen el impulso hacia adelante, al mismo tiempo que brindan una capa adicional de protección incorporada para su corazón y otros órganos vitales.

“Los autos han evolucionado mucho más rápido que los humanos y Graham nos ayuda a entender por qué necesitamos mejorar cada aspecto de nuestro sistema de caminos para protegernos de nuestros propios errores”, dijo Joe Calafiore, director ejecutivo de TAC.

“Las personas pueden sobrevivir corriendo a toda velocidad contra una pared, pero cuando se habla de colisiones que involucran vehículos, las velocidades son más rápidas, las fuerzas son mayores y las posibilidades de supervivencia son mucho más escasas”, agregó.

Cuando se exhibió por primera vez, los visitantes pudieron mirar debajo de su piel y aprender sobre sus características únicas con tecnología de realidad aumentada inmersiva.

Su creadora, Piccinini, dijo que su diseño permitió que las personas se conectaran y empatizaran con él.

“No es condescendiente, no es imponente, está abierto a nosotros y los ojos están donde está el trabajo. Si fuera agresivo o beligerante o algo condescendiente, no podríamos hacer eso. Creo que es muy australiano”, dijo la artista.

El TAC describió a Graham como una “herramienta educativa para la discusión sobre la vulnerabilidad humana”, mientras que el sitio web del proyecto dice: “Graham nos muestra cómo seríamos si estuviéramos hechos para sobrevivir en las carreteras”.

“Es un recordatorio de cuán vulnerables son realmente nuestros cuerpos cuando están en juego fuerzas de velocidad e impacto tan bajas como 30 km/h. Graham fue llevado por todo el estado con el mensaje simple y efectivo: “No tienes lo que yo tengo y si conduces con cuidado, no lo necesitarás”, concluye.

 

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