Una madre vivió una terrible pesadilla cuando le dijeron que su beba de 7 meses había muerto de un paro cardíaco sólo para darse cuenta de que estaba viva justo cuando la estaban velando. Pasó en Honduras.
Ivis Montoya siguió de cerca cada minuto de la internación de su pequeña hija, Keilin Ortiz Montoya, desde un centro médico en Esquipulas del Norte, hasta su llegada al hospital Mario Rivas de San Pedro Sula, donde fue dada por fallecida el pasado 7 de agosto tras cuatro días de tratamiento.
Tras avisarle que su hija había muerto, los médicos le entregaron el cuerpo a Ivis y un certificado de defunción que no estaba firmado por ninguna de las autoridades del nosocomio.
Para las 9 de la mañana, la mujer llevó lo que pensaba que era el cadáver de su hija a lo de una prima en la localidad de Villanueva, a 40 kilómetros de San Pedro Sula, para velarla. En ese momento, se dieron cuenta que la pequeña respiraba.
Inmediatamente, trasladaron a la beba a un hospital. Actualmente, la nena sigue internada en estado grave por una deshidratación severa, diarrea aguda, convulsiones y evidencia del síndrome de la piel escaldada, producto de una infección con la bactera estafilococo.
Por el momento la jefa de Pediatría del Mario Rivas, Elba Campos, aseguró que hay una investigación en proceso por el extraño episodio.