Después de que Escocia revelará esta semana que sí solicitará ese “pasaporte COVID” para asistir a clubes y estadios deportivos, el Ejecutivo del primer ministro, Boris Johnson, ha cancelado las medidas adelantadas antes del verano.
Inglaterra anunció este domingo que ha descartado su idea inicial de obligar a mostrar el certificado sanitario de vacunación contra el COVID-19 para entrar en discotecas y otros recintos cerrados con multitudes en el país.
El gobierno conservador, que la semana pasada mantenía que la medida era clave para mantener abierto el sector del ocio nocturno, ha recibido presiones de sus propios diputados, que lo acusaron de atentar contra las libertades individuales con medidas potencialmente discriminatorias.
En cuanto al resto del Reino Unido, Gales ha indicado que no dependerá de los llamados “pasaportes de vacunación”, mientras que el Ejecutivo de Irlanda del Norte aún no se ha pronunciado sobre el asunto.
El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, hizo valer el miércoles su holgada mayoría en el Parlamento británico para aprobar su plan de subir los impuestos para financiar la sanidad, a pesar de las críticas que ha generado la medida dentro de su propio partido.
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