Nueva Orleans
DHS LANZA OPERATIVO CONTRA MIGRANTES EN NUEVA ORLEANS; JUEZ LIMITA DETENCIONES EN WASHINGTONEl Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos puso en marcha ayer un operativo en Nueva Orleans, Luisiana, para detener a migrantes y "criminales violentos" que ingresaron al país sin documentos, como parte de la estrategia migratoria impulsada por el presidente Donald Trump.
En un comunicado, el DHS señaló que estas acciones están enfocadas en personas en situación migratoria irregular que cuentan con antecedentes penales y que, según el organismo, permanecen en libertad debido a las políticas de "ciudad santuario" aplicadas por las autoridades demócratas de la ciudad.
Las llamadas políticas de santuario —implementadas por varios estados y municipios gobernados por demócratas— limitan la cooperación entre las policías locales y las autoridades federales migratorias, con el fin de evitar deportaciones de migrantes indocumentados.
Trump reiteró esta semana su intención de desplegar elementos de la Guardia Nacional en Nueva Orleans, tal como lo ha hecho desde junio en Los Ángeles, Washington y Memphis, pese al rechazo de los gobiernos locales demócratas.
El presidente aseguró que el gobernador republicano de Luisiana, Jeff Landry, le solicitó apoyo. Ayer mismo se concretaron las primeras detenciones en la ciudad.
Asimismo, se llevaron a cabo operaciones similares en Minneapolis y Saint Paul, las llamadas ciudades gemelas de Minnesota.
Un revés judicial para la Casa Blanca
- En paralelo, la jueza federal Beryl Howell emitió una orden que prohíbe al gobierno de Trump efectuar detenciones migratorias sin una orden judicial en el estado de Washington. La magistrada otorgó una medida preliminar solicitada por organizaciones de derechos civiles y de defensa de migrantes en una demanda contra el DHS.
Por otro lado, el gobierno estadounidense anunció nuevas restricciones de visas para ciudadanos de Nigeria y de otros países a los que acusa sin presentar evidencia de:
El secretario de Estado, Marco Rubio, afirmó en X que estas medidas responden a hechos de violencia y asesinatos contra comunidades cristianas perpetrados por "terroristas islámicos radicales, milicias étnicas, fulani y otros grupos violentos" dentro y fuera de Nigeria.