El mundo tiene una deuda con las niñas que nacieron en los últimos años y con aquellas que crecieron en medio del machismo y la misoginia, que las invisibiliza totalmente del espacio público. Mismas contra las que se luchó, pero que aún siguen presentes.
De acuerdo con la información de la ONU, la celebración de este día, “la mayor parte de ellas (las mujeres) están en desventaja y sufren discriminación de género” sobre todo las niñas en comparación con los hijos varones dentro de las familias.
La lucha feminista ha logrado visibilizar no solo la violencia de género, relacionada con los feminicidios y la discriminación laboral, también la manera en la que los chistes, los albures, las frases coloquiales y las acciones cotidianas han hecho menos a la mujer, subestimando sus capacidades físicas, intelectuales y sociales, incluso en una época donde se podría pensar que ya no sucede.
A pesar de que ésta conmemoración se aprobó hace ocho años, desde 2009, Plan Internacional (ONG) ya promovía esta calendarización por medio de su campaña “Por ser niña” que pretendía fomentar la concientización del papel de las mujeres y el empoderamiento de las menores como forma de reivindicar la idea de ser mujer.
“Las mujeres han continuado luchando para cumplir con esta agenda, liderando movimientos globales en temas que van desde los derechos de salud sexual y reproductiva hasta la igualdad salarial”, se lee en el portal de las Naciones Unidas.
Las niñas de estos días son las siguientes que tendrán que luchar en contra de una sociedad que las reprime, las menosprecia, una sociedad en la que se han ido ganando derechos a costa de una constante exigencia de igualdad y equidad que poco a poco ha ido ganando terreno.