El pasado viernes, Bobby Woods Jr., de 21 años, fue condenado a cadena perpetua luego de matar al sobrino de su novia, Mason Cuttler, luego de lanzarlo a un estanque.
El acusado tenía 17 años cuando decidió acabar con la vida del menor en 2015. De acuerdo con la policía, él mismo confesó haber arrojado al niño de tres años al agua porque su novia, Billie Jean Cuttler, estaba embarazada, y no contaban con el espacio suficiente en la casa donde vivían.
De acuerdo con autoridades, el cuerpo del menor fue hallado el 18 de agosto de 2015, un día después de que sus padres reportaran su desaparición.
El cuerpo sin vida del menor fue hallado dentro de un estanque a solo 117 kilómetros al noroeste de Houston, Texas.
El niño jugaba en su jardín mientras sus padres limpiaban el inmueble cuando fue visto por última vez.
Woods se declaró durante su interrogatorio haber arrojado a Cuttler al agua, además, señaló haber estado consciente de que el niño no sabía nadar. También añadió que luego de tirarlo, se dio vuelta e ignoró los gritos de auxilio del menor mientras este se ahogaba.
El sheriff Greg Sanches aclaró que en la casa en la que residían el acusado y la víctima, habitaban tres familias. Tras el crimen, un abogado desmintió las acusaciones de Woods y señaló que durante el asesinato, su novia, Billie Jean Cuttler, no estaba embarazada.