Dinero en tiempos de Covid-19

El efectivo sigue siendo el principal medio para hacer pagos: 9 de cada 10 mexicanos utiliza billetes y monedas para cubrir sus gastos cotidianos

El coronavirus está afectando a todos los aspectos de nuestra vida y la economía doméstica no es la excepción. En tiempos de guerra contra un enemigo invisible, ha surgido una nueva cuestión que afectará el modus operandi habitual de los latinoamericanos: El uso del dinero en efectivo. 

Por lo que, no obstante el temor a la transmisión, la pandemia al poder ser solamente controlada actualmente por el aislamiento social, va a reducir indefectiblemente el uso del dinero en billetes pudiendo ser la propulsora del inicio de nuevos hábitos de consumo, aún en las personas más arraigadas al uso del “cash”.

La preferencia en América Latina por el dinero físico se confirma en cada estudio o encuesta al respecto. Según la empresa especializada en servicios financieros, mejortrato.com.mx, más del 80% de los latinoamericanos elige pagar con efectivo sus consumos cotidianos y alude a que el uso prevaleciente del efectivo en Latinoamérica para realizar transacciones está relacionado con: 

•    Los costos de las cuentas bancarias: cobran por una transacción, cobran por una consulta, cobran por pedir un extracto, hasta en algunos casos cobran por una extracción; 
•    La desconfianza generalizada de los ciudadanos en el sistema bancario americano;
•    Hábitos culturales arraigados;
•    Limitaciones en el acceso a medios bancarios: aún el 45,6% (207 millones) de la población adulta de la región se encuentra sin acceso al sistema financiero 
•    Falta de educación financiera y digital;

A nivel mundial, la tendencia es la misma: las personas en las economías avanzadas lo considera su método de pago favorito.

A nivel nacional (aproximadamente 150 millones de habitantes), el efectivo sigue siendo el principal medio para hacer pagos: 9 de cada 10 mexicanos utiliza billetes y monedas para cubrir sus gastos cotidianos. 

Es así que hasta hace pocos meses, el dinero en papel se negaba a desaparecer.

Siendo el aislamiento social la única manera hasta ahora conocida que evita la propagación del virus, las entidades bancarias están tomando medidas para fortalecer sus servicios en línea, promoviendo el uso de canales digitales para realizar operaciones financieras. 

Sumado a las medidas para facilitar el acceso al dinero electrónico y a pesar de que no esté considerado de manera oficial el efectivo en sí como un elemento de contagio, algunos países han decidido desinfectar monedas y billetes para frenar el coronavirus, lo cual también desalentó su utilización.

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