La administración de Donald Trump emitió nuevas directrices para las embajadas de Estados Unidos en materia de derechos humanos. El Departamento de Estado instruyó a los diplomáticos a "tomar nota" de aquellos países cuyas autoridades promuevan o financien políticas relacionadas con el aborto, la eutanasia, el cambio de sexo en menores y la diversidad.
Las embajadas deberán incluir estos temas en sus informes anuales sobre la situación de los derechos humanos en sus países de destino.
Temas señalados:
- Aborto y políticas de salud reproductiva.
- Eutanasia y muerte asistida.
- Transición de género en menores de edad.
- Políticas de diversidad e inclusión.
- Objetivo: Registrar y evaluar cómo los gobiernos extranjeros abordan estas cuestiones, consideradas sensibles por la administración Trump.
Los informes de derechos humanos del Departamento de Estado son documentos de referencia internacional que influyen en la política exterior de Estados Unidos. Con esta directriz, la administración Trump busca redefinir los criterios de evaluación, poniendo énfasis en temas sociales y culturales que han generado debate dentro y fuera del país.
La medida refleja una visión conservadora en torno a los derechos humanos, distinta a la que tradicionalmente se ha manejado en administraciones anteriores.
Podría afectar la relación diplomática con países que promueven políticas progresistas en materia de salud, diversidad y derechos de las minorías.
Los informes podrían ser utilizados como base para decisiones de cooperación, financiamiento o presión política. Genera un debate sobre la definición misma de "derechos humanos" y el papel de Estados Unidos en su promoción global.
En resumen, la administración Trump ordenó a sus embajadas vigilar y reportar las políticas de aborto, eutanasia, diversidad y transición de género en menores, integrándolas como criterios clave en los informes de derechos humanos.