El viaje del telescopio de James Webb: Está por llegar al “estacionamiento” de naves espaciales.

El telescopio deberá llegar el 24 de enero a la LagrangeL2, una zona orbital a 1.5 millones de km de la Tierra.

James Webb, el telescopio más grande de la historia, continúa su viaje en el espacio preparándose para generar conocimiento sobre el origen del universo. 

Los científicos de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA) esperan que el 24 de enero el telescopio llegue al punto Lagrange L2, zona orbital donde se hospedará durante la realización del proyecto.

El telescopio, que simuló ser un origami, fue lanzado el 25 de diciembre de 2021. Debido a que es la primera herramienta orbital que se desdobla sola en el espacio, tiene que pasar por diferentes procesos antes de iniciar su operación.

De acuerdo con el Servicio de información y Noticias Científicas (SINC), James Webb tiene que colocarse en Lagrange L2 y ajustar sus componentes durante los últimos días técnicos.

Los cinco puntos del Lagrange son zonas del espacio, donde la atracción gravitacional combinada con un cuerpo masivo como nuestro planeta, que orbita alrededor del Sol, mantiene el equilibrio necesario para moverse con ellos, es decir que masas o cuerpos pequeños, como las naves espaciales, tienden a permanecer allí, según un comunicado.

El telescopio deberá llegar a Lagrange L2 el lunes, 24 de enero, para hacer la maniobra final. Ese día los expertos que monitorean al artefacto desde la Tierra, encenderán los propulsores del telescopio para ponerlo en órbita alrededor del Sol mientras se mueve en torno al L2.

Debido a la distancia lejana del punto L2 (1,5 millones de kilómetros) de la Tierra, será imposible que, en caso de que el Webb tenga fallas, los científicos puedan ir a repararlo, aunque de acuerdo con el portal español los responsables de la misión confían en que el proyecto se desarrollará favorablemente.

James Webb fotografiará al universo con “lentes” bañados en oro Para fotografiar, el telescopio James Webb cuenta con un espejo primario de 6,5 metros y está formado por 18 piezas hexagonales hechas de berilio bañado en oro, además de un espejo secundario de menor tamaño. 

Para que los espejos capturen las imágenes del universo, tienen que alinearse con una precisión nanométrica con el uso de actuadores (utilizados para la apertura de puertas y manipulación de materiales).

Los actuadores son unos dispositivos que están en la parte de atrás de cada espejo: los 18 del primario tienen 7 actuadores cada uno para poder ajustarlos en 7 grados de libertad y el secundario tiene 6 actuadores, explicó la ingeniera.

De acuerdo con SINC, la NASA se ha encargado de supervisar que el desplazamiento de los espejos del telescopio estén en la posición adecuada antes de ser alineados, proceso que finalizó el 20 de enero.