Luego de anunciar el nacimiento de cachorros modificados genéticamente para parecerse al legendario lobo terrible, la compañía biotecnológica Colossal Biosciences ha revelado su próximo desafío: "resucitar" al moa, un ave gigante y no voladora que habitó en Nueva Zelanda y desapareció hace aproximadamente 600 años.
Con sede en Texas, la startup comunicó que planea recuperar genéticamente a esta especie extinta —Dinornis robustus— conocida por su gran tamaño y potentes extremidades. Se estima que el moa podía alcanzar los tres metros de altura, y su desaparición ha sido atribuida a la llegada de los primeros humanos a Oceanía.
Este esfuerzo forma parte de un plan más ambicioso de Colossal, que también contempla proyectos para devolver a la vida al mamut lanudo, el dodo, el tilacino y el tigre de Tasmania.
PROCESOLa empresa explicó que el proceso consiste en modificar el ADN de especies emparentadas que aún existen, como ocurrió con el lobo terrible, cuyo código genético fue manipulado a partir del lobo gris, utilizando técnicas de clonación, edición genética y muestras de ADN fósil.
Para el moa, Colossal trabajará junto con el Centro de Investigación Ngāi Tahu, perteneciente a la Universidad de Canterbury, en Nueva Zelanda. El primer paso será analizar el material genético de nueve tipos distintos de moa con el objetivo de identificar las diferencias clave que hacían única a la especie gigante.
Ben Lamm, fundador de la empresa, señaló que este proyecto no solo busca recuperar al ave, sino que podría abrir nuevas puertas para comprender la historia evolutiva de la región y los efectos del cambio climático en la biodiversidad.
¿CIENTÍFICOS DE ACUERDO?A pesar del entusiasmo mediático, la comunidad científica mantiene opiniones encontradas. Mientras algunos consideran que la desextinción representa un avance revolucionario, otros advierten que lo que se logra no es revivir exactamente a una especie extinta, sino fabricar un organismo modificado que se le parece.
- Además, alertan que esta idea podría desviar la atención y los recursos de los esfuerzos de conservación de especies actuales, que todavía tienen posibilidades reales de sobrevivir si se actúa a tiempo.
Colossal, sin embargo, ha reiterado que su objetivo no es competir con la conservación, sino complementarla, aplicando estos avances para salvar especies al borde de la extinción, al tiempo que exploran las fronteras de la biotecnología y la genética.