Fin de la Ley AGOA y su impacto en África

El continente africano se ve afectado por el fin de la Ley AGOA y la incertidumbre económica que genera

EN RIESGO

El continente africano enfrenta una ola de incertidumbre económica tras el fin programado de la Ley de Crecimiento y Oportunidad para África (AGOA, por sus siglas en inglés), un acuerdo comercial que desde el año 2000 permitió a más de 30 países africanos exportar miles de productos a Estados Unidos sin pagar aranceles.

La expiración del tratado, prevista para este martes, amenaza con poner en riesgo miles de empleos en sectores clave como el textil, la confección, el petróleo y la industria automotriz.

AGOA fue concebido como una plataforma para sustituir la ayuda por comercio, impulsando la industrialización africana y fortaleciendo los vínculos económicos con Estados Unidos. Sin embargo, la falta de renovación del acuerdo y la imposición de nuevos aranceles por parte de la Casa Blanca han generado alarma entre empresarios, trabajadores y gobiernos africanos.

  • Uno de los países más afectados es Kenia, donde el sector textil ha crecido exponencialmente gracias a AGOA. Las exportaciones de ropa keniana a Estados Unidos pasaron de 50 millones de dólares en 2000 a más de 500 millones en 2025. Empresas como United Aryan, que fabrica jeans para marcas como Levi´s y Wrangler, advierten que sin el acuerdo no podrán competir con productores asiáticos como Bangladesh y Vietnam.

Además, fábricas como Shona EPZ en Nairobi, que emplea a más de 700 personas, enfrentan despidos masivos. Para trabajadoras como Joan Wambui, de 29 años, el fin del acuerdo podría significar la pérdida de su única fuente de ingresos para mantener a su hija, sus hermanas y su madre.

AGOA también ha beneficiado a exportadores de petróleo en Nigeria y Angola, fabricantes de automóviles en Sudáfrica y pequeñas industrias en Lesoto y Etiopía. La imposición de aranceles generales del 10% —y en algunos casos más altos— por parte de Estados Unidos afectará directamente a estos sectores.

La limitada cadena de suministro local, los altos costos energéticos y las tasas de interés elevadas dificultan que los países africanos puedan competir sin el respaldo de AGOA.

El presidente de Kenia, William Ruto, pidió públicamente a Estados Unidos extender el acuerdo por al menos cinco años, durante su participación en la Asamblea General de la ONU en Nueva York.

Mientras tanto, varios países africanos han enviado delegaciones a Washington para negociar acuerdos bilaterales de último minuto. Aunque la Casa Blanca ha mostrado una postura ambigua, se contempla una posible prórroga de un año, aún no confirmada oficialmente.