Forense confunde al muerto, avisa a la supuesta familia y hasta lo enterraron

Once días después de sepultar a su hijo, apareció por una llamada telefónica con un hola papá

Once días después de que supuestamente sepultó a su hijo, Frank J. Kerrigan recibió una llamada telefónica de un amigo:

Funcionarios de la oficina forense del condado Orange habían identificado erróneamente el cuerpo, reportó el fin de semana el diario The Orange County Register.

Kerrigan, de 82 años y residente de Wildomar, dijo que llamó telefónicamente a la oficina del forense y le dijeron que el cadáver era el de su hijo, Frank M. Kerrigan, de 57 años, quien tiene una enfermedad mental y que había estado viviendo en la calle.

Cuando preguntó si debía identificar el cuerpo, una mujer dijo, incorrectamente, que se había realizado la identificación a través de huellas dactilares.

Carole Meikle, de 56 años y residente de Silverado, hermana de Frank, fue al lugar donde supuestamente había muerto y colocó una fotografía de él, una vela, flores y un rosario.

El 12 de mayo, la familia realizó un funeral con costo de 20 mil dólares que atrajo aproximadamente 50 personas de lugares tan lejanos como Las Vegas y el estado de Washington.

John Kerrigan, hermano de Frank, dio el discurso laudatorio.


En la funeraria, Kerrigan había visto el cuerpo en el ataúd y había tocado su cabello, convencido de que estaba mirando a su hijo por última vez.

Entonces, el 23 de mayo llegó la llamada telefónica de Shinker: el hijo de Kerrigan estaba de pie en el patio.

No está claro cómo se equivocaron de cuerpo los funcionarios de la oficina forense.

Doug Easton, un abogado contratado por Kerrigan, dijo que al parecer los funcionarios forenses no pudieron corroborar las huellas dactilares del cadáver a través de una base de datos judicial y en lugar de ello identificaron a Kerrigan utilizando una antigua fotografía de una licencia de manejo.