El gobierno de Estados Unidos destinará hasta 750 millones de dólares para la construcción de una planta en Texas que producirá moscas estériles con el fin de combatir al gusano barrenador del Nuevo Mundo, una peligrosa plaga que amenaza al ganado y la fauna silvestre en la región.
El anuncio fue realizado este viernes por la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, quien explicó que el proyecto busca frenar el avance de la plaga hacia el territorio estadounidense, luego de que se desplazara desde México hasta la zona fronteriza.
Subrayó la funcionaria, acompañada por el gobernador texano Greg Abbott.
El gusano barrenador, una mosca parásita que deposita sus larvas en animales vivos, fue erradicado en Estados Unidos durante el siglo XX mediante campañas de liberación masiva de moscas estériles desde aviones.
Sin embargo, la reciente reaparición en el norte de México ha encendido las alertas, especialmente en Texas, el principal estado productor de carne del país.
UNA PRODUCCIÓN A GRAN ESCALALa planta se construirá en Edinburg, Texas, junto a una instalación de dispersión de moscas ya anunciada en la base aérea de Moore. Tendrá capacidad para producir 300 millones de moscas estériles por semana, que serán liberadas para reducir el apareamiento de la población silvestre.
- El Departamento de Agricultura de EU (USDA) calcula que para revertir el avance de la plaga hacia América Latina es necesario liberar 500 millones de moscas estériles semanalmente.
Rollins estimó que la construcción podría tardar entre dos y tres años y que, mientras tanto, el USDA invertirá 100 millones de dólares adicionales en tecnologías y medidas de contención.
IMPACTO ECONÓMICO Y MEDIDAS PREVENTIVASUn brote en Estados Unidos podría agravar los precios récord de la carne de res al reducir la oferta de ganado apto para el mercado.
Ante este riesgo, Washington suspendió en julio las importaciones de ganado desde México y financió la construcción de otra planta de moscas estériles en Metapa, Chiapas, que tardará cerca de un año en operar.
Actualmente, una instalación en Panamá produce 100 millones de moscas estériles por semana, pero la cifra es insuficiente para cubrir las necesidades de la estrategia binacional y regional contra el gusano barrenador.
Advirtió Rollins.