Una madre confesó el asesinato de sus tres hijos: un niño de tres años, una niña de dos y una bebé de siete meses, dentro de su casa al sur de Phoenix, Arizona, en Estados Unidos.
La asesina confesa fue identificada como Rachel Henry, de 22 años de edad, y ahora enfrenta tres cargos de asesinato en primer grado, señaló un comunicado de la policía.
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El día de los hechos, llegaron al lugar policías y bomberos, quienes brindaron primeros auxilios a los menores, pero estos ya no presentaban signos vitales.
Los policías informaron que al interior de la casa, cuando ocurrió el homicidio múltiple, se encontraba Rachel, así como el padre de las víctimas y un tercer miembro de la familia.
El sargento Mercedes Fortune añadió que los padres informaron que los menores habían estado enfermos más temprano en la noche.
Sin embargo, la mujer, adicta a las metanfetaminas, declaró que asfixió a sus hijos hasta matarlos.