Este miércoles, la policía australiana informó de la muerte de la mujer de 95 años, y con demencia senil que fue reducida la semana pasada con un taser por un policía cuando portaba un cuchillo dentro de una residencia de ancianos.
Cuando la anciana se negó a soltar el cuchillo y se acercó "lentamente" en su andador a los agentes, el oficial le disparó con su pistola táser en el pecho y la espalda propiciando que la abuela, de unos 43 kilogramos de peso y 1,57 centímetros de altura, cayera y se golpeara la cabeza.