Padres e hijos duermen sobre cartones en la frontera pidiendo asilo en EU

El director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, dijo que hay 318.000 solicitudes pendientes

Impertérritos ante la dura retórica de Donald Trump, personas que buscan asilo en Estados Unidos hacen colas inusualmente largas en el lado mexicano de la frontera, donde padres e hijos duermen sobre cartones bajo un calor abrasador y esperan por días, si no semanas, para ser entrevistados por inspectores estadounidenses.

Las esperas de algunas horas son comunes en la frontera. Pero aunque en las últimas semanas se han amontonado muchas solicitudes en puestos fronterizos de California, Arizona y Texas, los episodios en que la gente duerme al aire libre por varios días son inusuales.

Telma Ramírez llegó desde El Salvador para pedir asilo en Estados Unidos. Se presentó en Tijuana con un hijo de cinco años y una niña de uno, y se encontró con que había mucha gente antes que ella.

Esta mujer de 27 años observaba constantemente el movimiento en el puesto fronterizo para ver si voluntarios civiles llamaban su nombre.

Finalmente, en el 20mo día, Ramírez llegó al frente de la cola.

Tienes que venir todos los días para ver si te toca tu turno. Si no vienes, pierdes tu lugar en la fila”, expresó Ramírez.

Las razones exactas por la acumulación de solicitudes no están claras. Pero los pedidos de asilo han ido en aumento en los últimos años.

Un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional declaró a legisladoras el mes pasado que las solicitudes de asilo se habían triplicado del 2014 al 2017, para llegar a las 142.000, el nivel más alto en más de 20 años.

El funcionario, Francis Cissna, director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración, dijo que hay 318.000 solicitudes pendientes.

El Servicio de Protección de Aduanas y Fronteras dijo en un comunicado que las esperas en la frontera son algo temporal y que la cantidad de gente que esa dependencia puede admitir depende de factores como la disponibilidad de camas en los centros de detención, la complejidad de los casos, la disponibilidad de traductores, las necesidades médicas y el tráfico en la frontera.