- Durante una sesión celebrada el miércoles en Nueva York, representantes internacionales abordaron la crítica situación en Oriente Medio. El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour, conmovió a los asistentes al compartir el profundo impacto del conflicto entre Israel y Hamas en Gaza, destacando particularmente el sufrimiento de los niños.
Mansour señaló que, desde que se rompió el alto al fuego en marzo, más de 1,300 niños palestinos han muerto y cerca de 4,000 han resultado heridos. Conmovido, exclamó "¡Son niños!" mientras describía escenas desgarradoras de madres que abrazan a sus hijos sin vida y les hablan, intentando lidiar con la tragedia.
También denunció que muchos menores fallecen por desnutrición, debido a las severas restricciones impuestas por Israel, que obstaculizan la entrada de ayuda humanitaria en Gaza.
Con la voz cargada de emoción, Mansour pidió disculpas al secretario general António Guterres por su reacción, y expresó que, como abuelo, comprende profundamente el dolor de perder a un niño.
Subrayó, además, la indignación de los 14 millones de palestinos en todo el mundo —tanto en los territorios ocupados como en la diáspora y en campos de refugiados— que claman por el fin de la violencia.
Durante su discurso, las cámaras captaron al representante israelí ante la ONU mostrando gestos de desdén, lo que provocó reacciones en la sala. El conflicto actual se intensificó en octubre de 2023, cuando Israel lanzó una ofensiva militar en Gaza tras un ataque de Hamas ocurrido el 7 de ese mes.
La comunidad internacional sigue con preocupación el deterioro de la situación humanitaria en Gaza, donde miles de civiles inocentes siguen atrapados en medio de la violencia.