El gobierno de Cuba cuestionó este martes la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de catalogar al fentanilo como un arma de destrucción masiva, al considerar que se trata de un argumento que podría ser utilizado para justificar acciones contra países de América Latina.
- A través de un mensaje en la red social X, el canciller cubano Bruno Rodríguez reconoció que el consumo de fentanilo representa una problemática grave y real.
Sin embargo, señaló que calificar a esta sustancia de esa manera forma parte de una estrategia del gobierno estadounidense para crear pretextos que permitan emprender acciones bélicas contra naciones soberanas de América Latina y el Caribe, interferir en gobiernos legítimos y apropiarse de recursos naturales.
La postura del canciller surge luego de que la semana pasada Trump firmara un decreto en el que declaró al fentanilo un potente opioide de uso médico autorizado, pero vinculado a una severa crisis de adicción y sobredosis en Estados Unidos como un arma de destrucción masiva.
Esta decisión generó inquietud entre países vecinos, particularmente en México, debido a las posibles consecuencias políticas y diplomáticas de la medida.
Rodríguez afirmó que el decreto busca ignorar las múltiples causas detrás del consumo de fentanilo y los daños que ha provocado dentro del propio territorio estadounidense.
Además, acusó que pretende encubrir la responsabilidad de las farmacéuticas, la existencia de un amplio mercado de drogas en Estados Unidos, la prescripción excesiva de opioides y estimulantes, así como las limitaciones y altos costos del sistema de salud.
Tanto la determinación adoptada por Trump como las reacciones de México y Cuba se producen en un contexto de una ofensiva antidrogas impulsada por Estados Unidos, que ha implicado el despliegue de fuerzas navales en el Caribe y el Pacífico, además de advertencias dirigidas a países como Colombia y Venezuela.