Un hospital privado en Buenos Aires, Argentina, prohibió a una doctora que atendiera a un hombre que se había cortado el pie con una esmeriladora porque no podía pagar la sutura; sin embargo, la jóven médica tomó la decisión de curar al paciente y posteriormente renunció a su trabajo.
"Recién me tuve que pelear con la enfermera y directora de la clínica. No me dejaban suturar a un hombre que se corto el pie con una amoladora porque no lo podía pagar", dijo la médica de 27 años en Twitter.
Flor Barraza, médica residente de cirugía, decidió obedecer sus principios y atender al hombre herido. "Lo suturé igual y renuncié. Prefiero siempre al estado antes que al vil empresariado. ¡Aguante la salud pública!", indicó.
Luego del suceso, la joven arremetió contra los hospitales privados, en donde dijo, "no se hace medican, se hacen negocios y los productos son seres humanos".
"Cuando le dije a la directora que mi deber como médica era la asistencia sin importar los medios económicos que tenga el paciente me dijo: 'no, en los privados las cosas no funcionan así'", concluyó.
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