Israel y Hamás se acusan mutuamente de violar la tregua pactada mientras se prepara la reapertura del paso fronterizo de Rafah, que permitirá el movimiento de palestinos dentro y fuera de Gaza, aunque aún sin fecha definida.
El intercambio de acusaciones se centra en el incumplimiento de compromisos del alto el fuego mediado por Estados Unidos, especialmente en torno a la entrega de los cuerpos de los rehenes fallecidos.
Israel exige que Hamás entregue los restos de 28 rehenes, mientras que la facción islamista asegura haber entregado diez cadáveres, aunque uno no corresponde a ningún cautivo, según el ejército israelí.
Hamás, por su parte, acusa a Israel de romper la tregua al causar la muerte de al menos 24 personas desde el 10 de octubre, y afirma haber presentado una lista de violaciones a los mediadores.
El ejército israelí sostiene que sus tropas respondieron a amenazas en zonas de alto el fuego y que algunos palestinos desoyeron las advertencias de no acercarse a sus posiciones.
Israel mantiene que la siguiente fase del plan de paz impulsado por Washington incluye el desarme de Hamás y su salida del poder en Gaza, algo a lo que el grupo se opone.
- Mientras tanto, la organización islamista ha fortalecido su presencia en áreas urbanas, realizando operativos de seguridad y enfrentamientos con grupos locales.
El reciente intercambio de prisioneros incluyó la liberación de los últimos 20 rehenes vivos a cambio de miles de palestinos encarcelados en Israel. En paralelo, el Ministerio de Salud de Gaza informó que Israel ha entregado 120 cuerpos de palestinos muertos durante el conflicto.
A largo plazo, el plan de la administración Trump busca establecer una "fuerza de estabilización" internacional y avanzar hacia la creación de un Estado palestino, una propuesta que Israel sigue rechazando.
La Autoridad Palestina ha manifestado su disposición a colaborar con organismos internacionales en temas de seguridad, gobernanza y reconstrucción del enclave, mientras Egipto se prepara para acoger una conferencia de donantes.
En tanto, la agencia israelí COGAT anunció que trabaja con Egipto para fijar la reapertura del cruce de Rafah, aunque aclaró que este paso no se utilizará para el ingreso de ayuda humanitaria, la cual continuará entrando por Kerem Shalom, bajo control israelí.
Ante la crisis humanitaria, la ONU urgió a incrementar el flujo de ayuda hacia Gaza, donde la escasez de alimentos, combustible y medicinas sigue siendo crítica. Según autoridades locales, los suministros actuales apenas cubren una mínima parte de las necesidades de los 2.2 millones de habitantes del territorio.