El mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, comunicó en la Casa Blanca a su contraparte estadounidense, Donald Trump, que Estados Unidos enfrenta un conflicto "con el delito y el terrorismo", y que su nación busca brindar asistencia.
- El encuentro ocurre en una época en que El Salvador ha suscrito un pacto con Washington para acoger a migrantes expulsados de Estados Unidos y mantenerlos en una cárcel de alta seguridad, el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (Cecot), a cambio de un abono de hasta seis millones de dólares al año.
El Cecot es una cárcel relevante debido a las denuncias de violaciones a los derechos humanos y la legalidad del envío de migrantes a El Salvador ha sido objeto de debate por entidades de derechos civiles, que han interpuesto múltiples solicitudes para frenar la deportación de más individuos hacia la nación de Centroamérica.
En un informe publicado la semana pasada, la ONG Human Rights Watch acusó los Gobiernos de El Salvador y EE.UU. de estar sujetando a los migrantes a una "desaparición forzosa" y de mantenerlos incomunicados de sus familiares, sin defensa legal.
El Gobierno de Donald Trump ha enviado al CECOT a un total de 232 migrantes, en su mayoría venezolanos, acusándolos de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua.
Sin embargo, según un análisis publicado por el portal Bloomberg, un 90 por ciento de los más de 200 hombres que EE.UU. tiene encarcelados en el país centroamericano no tienen antecedentes penales en territorio estadounidense.
En el marco de la gran ofensiva migratoria de Trump, Washington ha declarado que TdA está invadiendo su territorio y ha echado mano de una norma de 1798, la Ley de Enemigos Extranjeros, para expeditar procesos de deportación de supuestos miembros de la organización criminal.