La nadadora de natación sincronizada estadunidense Anita Álvarez, que el miércoles fue rescatada del fondo de la piscina tras sufrir un desmayo en el Mundial de Budapest, afirmó que "todo se volvió negro", en una entrevista que publica el diario El País.
"En la última figura, donde tengo que despedirme levantando un brazo, me recuerdo pensando: '¡Empuja ese brazo! ¡No abandones ahora! ¡Dalo todo hasta el último segundo!'", afirmó en la entrevista.
"No recuerdo nada más", añadió Álvarez, que se quedó desmayada en la piscina, a la que saltó su entrenadora, Andrea Fuentes, para sacarla del agua.
La nadadora afirmó que "al principio me "chocaron" las fotos de su rescate en el fondo de la piscina, pero "después me lo tomé con calma".
Pese a lo ocurrido, Álvarez está dispuesta a seguir compitiendo con su equipo.
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