En un discurso marcado por un tono crítico y desafiante, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a cuestionar la eficacia y relevancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante su intervención en la 80ª Asamblea General celebrada en Nueva York en septiembre de 2025.
Desde el inicio de su alocución, Trump puso en duda el papel del máximo órgano internacional para la paz y seguridad global. Dirigiéndose directamente a los miembros reunidos, preguntó:
El mandatario resaltó que bajo su dirección, Estados Unidos logró poner fin a siete conflictos armados, incluyendo enfrentamientos entre Camboya y Tailandia, Kosovo y Serbia, el Congo y Ruanda, Pakistán e India, Israel e Irán, Egipto y Etiopía, y Armenia y Azerbaiyán.
No obstante, lamentó que la ONU no estuviera presente para apoyar o mediar en estas situaciones, afirmando:
Y agregó que, dada su labor, debería merecer el Premio Nobel de la Paz.
Más allá de su crítica institucional, Trump no escatimó en sarcasmo al hablar de la infraestructura de la ONU, comentando que su única experiencia positiva en la sede fue recibir una escalera mecánica que "se paró justo a la mitad" y un teleprompter que "no funcionó".
Uno de los temas más recurrentes en su discurso fue la migración. Trump acusó a la ONU de financiar oleadas de inmigrantes ilegales y de promover políticas que, a su juicio, están destruyendo a Europa, enfatizando que:
Hablando de la frontera sur estadounidense, volvió a presumir la reducción casi total de los cruces ilegales durante su administración, criticando que otros países no toman medidas semejantes por temor a ser políticamente incorrectos.
Al referirse al cambio climático, Trump calificó la problemática como "la mayor estafa" mundial y menospreció las energías renovables, denominándolas una "broma", y reforzó su postura de retirarse del Acuerdo de París, en defensa del uso del carbón y las exportaciones energéticas de Estados Unidos.
Sobre el conflicto israelí-palestino, Trump atacó duramente el reconocimiento de estados palestinos promovidos por algunos países dentro de la ONU. Consideró que este reconocimiento es una "recompensa para los terroristas de Hamás" y urgió a un mensaje unificado para la liberación inmediata de los rehenes.
- Reafirmó su compromiso para detener la guerra en Gaza a través de negociaciones inmediatas.
En una alusión indirecta a Venezuela y los narcotraficantes, mencionó acciones militares y anuncios para eliminar redes de tráfico de drogas, incluyendo la advertencia de que "borrarán de la existencia" a quienes introduzcan drogas venenosas a Estados Unidos.
Finalmente, Trump defendió su política de aranceles, justificando su aplicación como "mecanismo de defensa" contra años de prácticas desleales comerciales, a pesar de litigios y fallos judiciales que cuestionan su legalidad.
Su discurso provocó un silencio generalizado en la Asamblea, con la única ovación al momento de pedir la liberación de los rehenes y un fuerte contraste con los discursos de otros líderes, como el brasileño Lula da Silva, quien abogó por el multilateralismo y condenó la violencia en Gaza.