El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revelado su ambicioso plan para construir un sistema de defensa antimisiles denominado Domo Dorado, inspirado en el Domo de Hierro israelí. Este proyecto busca proteger el territorio estadounidense contra amenazas avanzadas, incluidos misiles balísticos intercontinentales y armas hipersónicas.
Un escudo de múltiples capas
El Domo Dorado será un sistema de defensa de múltiples capas, con instalaciones terrestres y espaciales capaces de interceptar misiles en distintas fases de vuelo. Según el Pentágono, el sistema incluirá:
Interceptores terrestres para neutralizar amenazas en la fase inicial de vuelo.
Sensores y satélites espaciales que detectarán lanzamientos hostiles en tiempo real.
Interceptores espaciales, una innovación que permitiría destruir misiles en pleno vuelo antes de que alcancen su objetivo.
COSTO Y DESAFÍOS
El proyecto tiene un costo estimado de 175,000 millones de dólares, aunque algunas proyecciones indican que podría superar los 500,000 millones en las próximas dos décadas. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha advertido que los componentes espaciales del sistema podrían representar la mayor parte del gasto.
- Además, el programa enfrenta desafíos técnicos y políticos. Expertos han señalado que, aunque el Domo de Hierro israelí ha demostrado ser efectivo contra cohetes y misiles de corto alcance, replicar su funcionalidad a gran escala para proteger un país como Estados Unidos es una tarea compleja. Rusia y China han criticado el proyecto, comparándolo con la iniciativa de defensa espacial de Ronald Reagan en la Guerra Fría.
Varias compañías tecnológicas han mostrado interés en colaborar con el Pentágono en el desarrollo del Domo Dorado. Entre ellas destacan SpaceX, Anduril y Palantir, que han propuesto soluciones innovadoras para la detección y neutralización de amenazas. Se espera que el general Michael Guetlein sea nombrado como el encargado de supervisar el programa.
Conclusión
El Domo Dorado representa una apuesta ambiciosa por parte de la administración Trump para reforzar la seguridad nacional. Sin embargo, su implementación dependerá de la viabilidad técnica y del respaldo político que logre en los próximos años.
¿Será este el futuro de la defensa antimisiles o un proyecto demasiado costoso para materializarse? Solo el tiempo lo dirá.