El dispositivo quedó cubierto por el material incandescente, pero cuando su propietario lo recuperó constató sorprendido que seguía funcionando, y que había grabado su increíble experiencia.
Eric Storm, un guía que realiza excursiones para turistas en el volcán Kilauea en Hawái (EE.UU.), colocó su GoPro en una grieta del volcán para capturar imágenes del flujo de lava, informa el portal PetaPixel. La intención de Storm era retirar la cámara poco antes de que la alcanzara la lava, pero se distrajo mientras les contaba una historia a los turistas y la lava líquida acabó tragándose el dispositivo.
Un poco después cuando se percató de lo sucedido, el guía rompió la lava con un martillo geológico para recuperar el aparato, aunque estaba convencido de que su GoPro estaría totalmente inservible. Pero, ante su sorpresa, la cámara sobrevivió a la prueba de fuego, y no solo guardó las imágenes en la memoria, sino que cuando la desenterró ¡esta seguía grabando! Storm todavía no entiende cómo es posible que la cámara no se derritiera después de haber quedado cubierta de lava ardiendo. Aunque confiesa, eso sí, que no funciona tan bien como antes.
Mira el sorprendente video: