El papa León XIV cerró el domingo su visita a Turquía y partió hacia Líbano, con la intención de transmitir un mensaje de esperanza a un pueblo golpeado por años de crisis y de reforzar la presencia de una comunidad cristiana clave en Oriente Medio.
En Estambul, el pontífice encabezó dos actos relevantes antes de volar a Beirut: una oración en la catedral apostólica armenia y una liturgia junto al patriarca ecuménico Bartolomé, líder espiritual de los ortodoxos, quien lo invitó a conmemorar un aniversario cristiano.
- Durante la ceremonia armenia, León destacó el "valiente testimonio" del pueblo armenio a lo largo de la historia, incluso en medio de tragedias, en alusión a la masacre sufrida durante la Primera Guerra Mundial. A diferencia del papa Francisco, que calificó aquel hecho como "genocidio" y generó tensiones con Turquía, León optó por un tono más diplomático.
La escala en Líbano marca la segunda etapa de su primer viaje papal, en un contexto delicado para el país mediterráneo tras años de crisis financieras, sociales y políticas. León cumple así una promesa de Francisco, quien había querido visitar Líbano pero no pudo por motivos de salud.
El Vaticano considera a Líbano un bastión cristiano en la región, pese a que la población es mayoritariamente musulmana y los cristianos representan cerca de un tercio. Sin embargo, las comunidades históricas se han reducido tras décadas de conflictos.
El pontífice busca alentar a los libaneses que sienten que sus líderes los han abandonado y animar a los cristianos a permanecer en su tierra o regresar si emigraron. "La visita del papa es un signo de esperanza. Muestra que Líbano no está olvidado", expresó el arzobispo Jorge, líder greco-católico melquita en Beirut.
Crisis acumuladas- En 2019, el colapso financiero destruyó los ahorros de miles de ciudadanos y provocó escasez de servicios básicos.
- En 2020, la explosión en el puerto de Beirut dejó 218 muertos y miles de heridos, además de daños millonarios.
El momento más simbólico de la visita será el 2 de diciembre, cuando León rezará en silencio en el lugar de la tragedia y se reunirá con víctimas. Los libaneses esperan que el papa exija justicia y responsabilidad a la clase política.
Tensiones con IsraelLa visita ocurre en medio de la fragilidad regional. Tras la guerra en Gaza de 2023 y el enfrentamiento entre Hezbollah e Israel en 2024, que dejó más de 4,000 muertos, persiste el temor a un nuevo conflicto. Aunque existe un alto el fuego, los ataques aéreos israelíes continúan.
Hezbollah pidió al pontífice denunciar la "injusticia y agresión" contra el país, mientras que partidos cristianos como las Fuerzas Libanesas critican al grupo por arrastrar a Líbano a la guerra.
Cristianos sirios buscan apoyoEn Siria, tras la caída de Bashar Assad y el recrudecimiento de la violencia religiosa, cientos de miles de cristianos han huido. Una delegación de 300 fieles viajó a Líbano para ver al papa. "Necesitamos que nos dé esperanza en medio del miedo a un futuro incierto", dijo la joven Dima Awwad.