Ya no amenaza la tierra, ahora es la luna.

Aunque los científicos descartan su colisión con la Tierra para diciembre de 2032, el asteroide sigue desafiando predicciones, ofreciendo a los astrónomos un caso único para estudiar defensas planetarias.

¿ESTAMOS A SALVO?
  • Nuevas observaciones del telescopio James Webb revelan que un asteroide de 60 metros (con capacidad para arrasar una ciudad) tiene ahora casi un 4% de probabilidad de estrellarse contra la Luna.

Este mismo cuerpo celeste había generado alerta en febrero, cuando marcó un récord histórico al registrar 3.1% de chances de impacto terrestre —la mayor probabilidad jamás registrada por los astrónomos—.

Tras múltiples análisis, los científicos han descartado que el asteroide 2024 YR4 colisione con nuestro planeta en la fecha prevista del  22 de diciembre de 2032. No obstante, las posibilidades de que impacte contra la Luna siguen incrementándose de manera sostenida.

Según datos recientes de la NASA, las últimas observaciones realizadas en junio por el telescopio James Webb han elevado la probabilidad de choque lunar hasta un  3,8%, confirmando una tendencia alcista en el nivel de riesgo.

Richard Moissl, jefe de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA, corroboró a la AFP que estas cifras concuerdan con sus proyecciones, que calculaban aproximadamente un 4% de probabilidad de impacto lunar.

Los últimos datos del telescopio Webb también han permitido ajustar las estimaciones sobre el tamaño del asteroide. Mientras antes se calculaba entre  40 y 90 metros, ahora se determina con mayor precisión que oscila entre  53 y 67 metros (equivalente a un edificio de  15 pisos).

Este dato es crucial, ya que supera el umbral de 50 metros que obliga a activar protocolos internacionales de defensa planetaria.

Diversas propuestas existen para proteger a la Tierra de asteroides peligrosos, desde el uso de armas nucleares hasta tecnología láser. Sin embargo, solo un método ha sido demostrado exitosamente en condiciones reales: el  impacto cinético, probado por la misión DART de la NASA en 2022.

En esa ocasión, una nave espacial logró modificar la órbita de un asteroide no amenazante al colisionar deliberadamente contra él.

En el caso del  2024 YR4, muchos expertos consideran probable su impacto lunar. De ocurrir, este evento podría ofrecer valiosos datos para futuras estrategias de defensa planetaria, especialmente considerando que el asteroide supera el tamaño crítico de 50 metros que activa protocolos de alerta.

Con sus 60 metros aproximados, el asteroide 2024 YR4 se ha convertido en el objeto más pequeño detectado hasta ahora por el potente telescopio espacial James Webb.

Según los planes de observación, el próximo mes el telescopio volverá a enfocar su tecnología hacia este cuerpo celeste, proporcionando a los científicos datos actualizados que permitirán afinar los cálculos sobre su riesgo de impacto.