Una frase muy común es aquella que reza: "Al pan pan... y al vino vino", que traducida al buen castellano siempre se ha interpretado como la necesidad de hablar con claridad sobre las cosas, sin tantas alharacas.
Claridad que a, decir verdad, vale la pena destacar como lo que ocurrió en la celebración del 106 Aniversario de la Promulgación de 1917, el domingo pasado en la Ciudad de Querétaro, en el marco del acto conmemorativo de la promulgación de nuestra Carta Magna.
En ese evento, el presidente Andrés Manuel López Obrador, al hacer uso de la palabra mencionó que, al aprobarse sus 136 artículos y promulgarse la Constitución de 1917, no sólo se convirtió en la Ley Suprema de la Nación sino que también fue, por mucho tiempo, el programa de acción más popular, nacionalista y progresista de la historia.
Señaló que con el paso de los años hubo retrocesos, los cuales han sido enfrentados por millones de mexicanos; sin embargo, subrayó que en tiempos de la 4T se ha privilegiado la aprobación de diversas reformas cuyo principal distintivo ha sido la honestidad y el humanismo, destacando entre otras, la Ley de Austeridad Republicana, la Ley de Extinción de Dominio, la Ley Laboral, la Ley de Salud, Revocación del Mandato y la consideración como delito grave el de la corrupción.
En ese sentido exhortó a los mexicanos a seguir luchando por los ideales de la Revolución Mexicana consagrados en la Constitución de 1917, y a no dejar de insistir en abolir por la vía legal y democrática las reformas contrarias al interés público en beneficio del pueblo hasta devolver a la Ley Máxima toda la grandeza de su humanismo original.
Finalizó su discurso puntualizando que la Constitución de 1917 no ha muerto, vive en la transformación del México libre, justo, igualitario democrático y fraterno de nuestros días.
Por su parte, el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, en un fragmento de su intervención señaló que los días que vivimos urgen a restablecer la convivencia pacífica y respetuosa como método para lograr el consenso como medio para la concordia y la armonía social y señaló que la unidad de los mexicanos permitirá conseguir mayores niveles de libertad, igualdad y justicia. Es momento dijo "de poner énfasis en todo aquello que nos une y nos hermana, que no es poco y no es menos.
En su turno, Norma Lucía Piña Hernández, Ministra de la SCJN se refirió a la importancia de la autonomía del Poder Judicial de la Federación, considerado dijo como el principal motivo de imparcialidad en beneficio de la sociedad.
Y puntualizó que "la independencia judicial no es un privilegio de los jueces, es el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia para hacer efectiva las libertades y la igualdad de las y los mexicanos. La independencia judicial es la principal garantía de imparcialidad", subrayó.
Finalmente, al hacer uso de la palabra, Santiago Creel Miranda, Presidente de la Sexagésima Quinta Legislatura de la Cámara de Diputados, hizo alusión a los eventos históricos que precedieron a la creación de la Constitución de 1917, convocando al diálogo como un acto –dijo- que contribuye a hacer realidad el contenido de la Carta Magna para aplicarla, ejecutarla y convertir los grandes acuerdos de la nación, a fin de que éstos se traduzcan en el bienestar social del pueblo de México.
Como se pudo observar, ese día cada uno de los oradores, no escatimó decir las cosas con absoluta claridad pero ojalá que lo expresado por éstos sea escuchado no sólo por quienes hoy ocupan un cargo público, sino también por aquellos que aspiran a responsabilidades de mayor nivel.
Y dígalo usted si no es así cuando con frecuencia escuchamos que queremos tener un mejor país, cuando vemos que hoy estamos ante una nueva oportunidad para retomar el camino, para lo cual lo primero es respetar la Constitución de 1917, pero hacerlo –como bien lo señala con frecuencia el Presidente AMLO-- sin politiquerías pero sobretodo salvaguardando la unidad de los mexicanos. (altar_mayor@yahoo.com.mx)